El primer paso que debiera emprender una organización, una vez decidido avanzar hacia la Transformación Digital, es hacer un diagnóstico interno, para así tener claridad de sus capacidades tecnológicas, el estado de su cultura (disposición al cambio), el modelo de negocio, entre otros elementos”
El diagnóstico entregará información relevante respecto de la madurez digital y situará a la empresa u organización en alguna categoría que le permitirá disponer de un punto de partida en el complejo camino hacia la Transformación. He ahí la importancia de hacer este ejercicio interno.
Estado de Madurez digital
Existen muchas definiciones de estados de madurez digital, sin embargo, de una manera simplificada, podemos caracterizar cuatro niveles, que nos darán el ansiado punto de arranque para emprender el viaje de la Transformación Digital.
En el nivel más bajo de la evolución digital es la gestión tradicional analógica con escasos avances en materia de digitalización de procesos, con una cultura donde la resistencia al cambio es una forma de vida y la organización interna es muy jerarquizada, prácticamente sin comunicación entre las distintas áreas.
Cuando la empresa se sitúa en un segundo nivel, es porque ha comenzado a trabajar iniciativas digitales, independientes y dispersas. Está dando el primer paso hacia la Transformación, incorporando tecnología y herramientas digitales en algunos procesos acotado, sin relación directa con el cliente. La jerarquía comienza a esbozar un plan digital, pero que no impacta a la estrategia, ni el modelo de negocios.
Un tercer estado es cuando, se formaliza la primera estrategia de Transformación Digital (con responsables, plazos y recursos de inversión asociados) de forma holística e integrada. Se incorporan elementos de innovación que impacta en el modelo de negocios de la empresa. Se crean experiencias diferenciadoras que permiten mayor valor para el cliente, es decir, se desarrollar una cultura de Experiencia de Cliente. Todo lo mencionado ya se está implementando en varios frentes, con líderes digitales en posiciones clave.
En un último nivel las empresas están “ad-portas” de tener un modelo de negocios completamente digital y se busca la disrupción para ser sostenibles en el futuro. La empresa es innovadora, ágil, flexible, full conectada, colaborativa y se adapta continuamente a los cambios. Se reconoce e internaliza el cambio cultural que implica la Transformación Digital, por toda la organización.
Diagnóstico inicial
Sin embargo, después de lo comentado en estas líneas, muchas veces se prefiere omitir el diagnóstico inicial, pensando que la organización está preparada – sin duda una percepción que sólo comparte la alta dirección – y se opta por escuchar los cantos de sirenas tecnológicos que prometen un futuro digital, pero sabemos que esto no es sostenible en el tiempo y no conduce a un verdadero proceso.
Por Armando Pozo Ide
Gerente de Consultoría de Pulso S A