Tener que estar en cuarentena produce cambios en el modo en que las familias habitualmente funcionan, principalmente porque debemos permanecer todos juntos la mayor parte del día, lo cual genera un estrés a nivel general. Este cambio conlleva ciertas consecuencias, que rescataré a continuación.
La convivencia familiar puede verse conflictuada, debido a que las interacciones se hacen más intensas al estar la mayor parte del día juntos, lo cual puede amplificar problemas relacionales previos y/o pueden surgir otros nuevos. Así, las peleas y roces son esperables, motivadas muchas veces por el estrés que puede generar irritabilidad.
Además de los conflictos familiares que puedan darse, también se dan conflictos a nivel personal: miedos, angustias, preocupaciones relativas al trabajo, al bienestar de cierta persona vulnerable, estar lejos de alguien a quien uno quiere, cancelación de planes que eran importantes, y una lista de cosas que ocupan y preocupan nuestra mente. Entonces, hay dos focos de posibles conflictos: la familia, y uno mismo. Estas dos cosas suelen mezclarse y potenciarse mutuamente: una pelea familiar ciertamente aumenta el estrés personal, y éste a su vez influye en que se generen más discusiones.
Si en otras circunstancias podíamos rehuir alguno de esos problemas, por ejemplo saliendo de la casa a juntarse con amigos o a comprar, ahora tenemos que enfrentarlos. Y la mejor manera es a través de la comunicación: conversar, desde lo emocional y la experiencia de cada uno, puede ayudar a dialogar y encontrar soluciones, así como fomentar la empatía.
Por otro lado, los conflictos internos de cada persona son también difíciles de rehuir, puesto que hay más tiempo para estar solos y reflexionar, lo que considero algo muy positivo, si bien no es fácil. Pero es importantísimo hacerlo, darse el espacio para reflexionar sobre lo que estamos viviendo, cómo nos sentimos frente a esta situación, cuáles son nuestros miedos, cómo cambian los planes que teníamos para este año, etc., y desde ahí buscar soluciones y alternativas. Las crisis nos demuestran que somos muy flexibles y que tenemos una capacidad inmensa de adaptarnos, y ésta crisis nos está afectando a todos, en el mundo entero.
Soluciones para bajar el estrés y la ansiedad familiar e individual en cuarenten
Ejercitarse
Hay muchas formas de poder hacer deporte, no siempre necesitamos de mucho espacio: videos de entrenamientos online, de yoga, máquinas estáticas para hacer deporte, como bicicleta y correr; bailar, hacer rutinas de ejercicios que conozcamos, etc. Como dije anteriormente, la ansiedad y el estrés se aloja en el cuerpo, y una manera de ir procesando esas emociones es haciendo deporte, porque nos ayuda a liberar el estrés y a que el cuerpo mismo se vaya regulando. Podemos hacer también deporte en familia, sobre todo con los niños.
Poner normas en la casa
Sobre todo si hay niños o más personas: respetar los horarios que se definan, no molestar a otros cuando están estudiando o trabajando, evitar los gritos o hacer mucho ruido, mantener la casa ordenada, y cualquier otra regla que sea pertinente para cada familia. Pero es importante establecer límites y respetarlos; se pueden escribir en una pizarra para que los niños los vean, e ir chequeando cómo se van cumpliendo, para cambiar las reglas que no funcionan.
Tener momentos para uno mismo
Así como es importante tener momentos donde todos puedan compartir juntos, como almorzar o comer en familia, ver una película juntos, jugar un juego de mesa, hacer deporte, etc., También es muy importante que cada uno tenga su espacio propio, donde podamos estar tranquilos, haciendo las cosas que nos gustan, escuchando música o simplemente pensando y reflexionando, en momentos donde hay mucho sobre lo que pensar. Es fundamental respetar esos espacios de intimidad personal, sobre todo cuando estamos en situaciones inciertas y estresantes como ésta.
Comer sano
Aunque parezca menos relevante, alimentarse de forma saludable es fundamental, puesto que ayuda a mantener nuestro cuerpo en buen estado. La comida no saludable, por ejemplo, los alimentos “chatarra”, generan estrés a nuestro cuerpo, porque nos hacen mal (elevan mucho el azúcar en la sangre, aumentan los niveles de colesterol, son difíciles de digerir, entre otras cosas), por lo que es importante intentar mantenernos sanos con una dieta equilibrada y saludable, junto con el deporte.
Realizar actividades recreativas
Por ejemplo, retomar un hobby, como la pintura, tocar un instrumento, dibujar, cocinar, hacer alguna manualidad. Cuando usamos nuestras manos, nos concentramos en eso que estamos haciendo, y en el proceso nuestra mente se libera de las preocupaciones, y nos relajamos. El arte es una manera de expresar todo lo que nos pasa, es un lenguaje,
Hablar es la clave
Cuando se dan problemas o conflictos a nivel familiar, conversar es la clave para solucionarlos y aprender de lo sucedido. La conversación emocional es fundamental, sobre todo durante crisis: conversar sobre cómo se sintió cada uno de los involucrados en el conflicto, por qué actuaron como lo hicieron, para así ir entendiendo que detrás de cada acción hay una emoción que la motiva.
Además, esto colabora a un mayor conocimiento mutuo y fomenta la empatía, en contextos donde generalmente las emociones son algo de lo que no se habla.
Psicóloga clínica UC
Diplomado en Trastornos de Personalidad, UC