Sabido es que los últimos meses de cuarentena han generado impactos en las empresas, tanto por lo sucedido en octubre pasado, como por el Covid-19: importantes caídas en las ventas, retrasos en los pagos, despidos e incluso cierres y quiebras.
Cambios en los comportamientos y decisiones
Sin embargo, se está generando algo más profundo y de mayor impacto; cambios en el comportamiento y decisiones de compra, en las formas de pago y en el poder de negociación de los proveedores y clientes. Lo importante es entender que dichos cambios llegaron para quedarse, y que el desafío está en conocer los nuevos atributos que generan la toma de decisiones del cliente, y por ende adaptar nuestro modelo de negocio a una nueva propuesta de valor, y no simplemente definir un plan de “sobrevivencia financiera” esperando que todo vuelva a ser como antes.
Un náufrago tiene dos problemas: debe mantenerse a flote para no morir y al mismo tiempo, llegar a tierra firme antes de que el cansancio lo ahogue. En este momento somos náufragos y debemos buscar la forma de sobrevivir a la crisis. Dependiendo del área que afecte a la empresa, son muchas las decisiones que debemos tomar, pero desde un punto de vista financiero, sugiero 3 cosas para superar ésta crisis:
Prepara una “Posición de Caja Semanal”
Es muy importante conocer cuáles son las obligaciones críticas cada semana, y saber si están los fondos para hacerles frente. Basta con listar qué y cuánto debo pagar en los 7 días y si la caja que tengo es suficiente. Si lo es, entonces puedo destinar más tiempo a la operación de mi negocio (operar, vender y cobrar, en ese orden); si no lo es, entonces debo definir acciones específicas para cubrir ese déficit, por ejemplo, cobrar a aquellos clientes que están en deuda, negociar plazos con mis proveedores críticos o buscar alternativas de financiamiento de corto plazo (cobrar, vender y operar, en ese orden). Un punto clave es considerar sólo los proveedores que son críticos para mi operación, es decir los que necesito para seguir operando y vendiendo. Este proceso no toma mas de 20 minutos a la semana y permite tener tranquilidad durante 7 días.
Flujo de Caja – Modo Supervivencia
Si bien la posición de caja permite tener claridad de las necesidades puntuales para “hoy”, es necesario sentarnos un momento y determinar cuáles son las necesidades de caja para los próximos 3 meses, considerando el escenario actual del Covid-19 y cómo afecta nuestras ventas. En este flujo, debemos ser “poco optimistas” (por no decir pesimistas), y junto con esto, determinar cuáles son los egresos mensuales actuales. Es probable que este ejercicio determine que la caja actual, más la generada en los próximos 3 meses, no alcanza para hacer frente a todas las obligaciones (pagar sueldos, imposiciones, impuestos, arriendos, proveedores operacionales y proveedores de apoyo y cuotas de créditos), pero nos permitirá definir cuáles son los gastos que hoy no son necesarios y así “alivianar la mochila”. En paralelo, podremos saber qué medidas de las que está impulsando el Gobierno, los bancos y otros actores podemos utilizar a nuestro favor (acogernos a la Ley de Protección de Empleo, Créditos Covid-19, postergar pagos de cuotas de préstamos y acogernos a los beneficios que está otorgando el SII) y así mejorar el escenario de sobrevivencia. No nos olvidemos que, más allá de tener que reinventar nuestro negocio y la forma cómo satisfacemos las necesidades de nuestros clientes (clave para seguir existiendo post crisis), primero debemos pasar la tormenta. No sabemos cuánto durará, por lo que es recomendable actualizar este flujo mensualmente, manteniendo un horizonte de 3 meses.
Flujo de Caja de Largo Plazo
Llegará el momento en que esta crisis pasará y tendremos que enfrentar a clientes cuyo comportamiento de compra habrá cambiado, lo que nos obligará a cambiar la forma cómo satisfacemos sus necesidades. Si redefinimos nuestro modelo de negocio una vez que la crisis haya pasado, será demasiado tarde, y quienes sí se reinventaron nos dejarán fuera de juego (nuestros queridos competidores). Por lo tanto, debemos comenzar esta redefinición ahora y junto con ello, determinar cómo esto impactará la caja en el mediano y largo plazo. Es un ejercicio en base a distintos supuestos, por lo que será un flujo bastante incierto, pero sin duda, es mejor a no tener nada. Una vez elaborado, incorporando los cambios que debemos hacer en nuestro negocio (algunos de ellos requerirán realizar ciertas inversiones que hasta hoy no teníamos consideradas), podremos determinar si lo que estamos planificando será capaz de generar caja, y, por otro lado, podremos encontrar los meses de déficit que enfrentaremos mientras nos adecuamos, y comenzar desde ya a buscar la forma de financiarlos. Elaborar este flujo tomará tiempo (días e incluso semanas), pero el esfuerzo vale la pena, el futuro de nuestro negocio es el que está en juego.
Para todo lo anterior, es clave utilizar tecnología, de lo contrario destinaríamos más tiempo a armar información que a tomar decisiones. En Smart CFO utilizamos una plataforma interna que nos permite, en forma prácticamente automática, conocer tanto la posición de caja como el Flujo de Caja a 3 meses (el cual actualizamos todas las semanas). De esta forma, logramos darles visibilidad a nuestros clientes respecto a su situación de caja futura, pudiendo estos enfocarse en la operación de sus negocios.
Founder & CEO.